Me encuentro aquí, sentado frente a una pequeña e insulsa ventana en una triste habitación de un sórdido lugar al que algunos llaman hogar, esperando a que esa dama venga a visitarme.
Mientras aguardo, agudizo todos mis sentidos y puedo enumerar instantes de mi vida. Puedo sentir como tus cabellos se escapan entre mis dedos, el olor a café recién hecho x la mañana, la rompiente donde muere el oleaje en una sudestada de invierno, el miedo palpable de una mascota que le temía a las tormentas, el abrazo interminable y acogedor de una madre, el llanto de un bebe recién nacido, el…..
Vuelvo en mi, recupero la consciencia y sigo esperando a que aquella dama venga a cortar mi delgado hilo de vida.