El autor era un
adulto
cuando se publica este artículo.
Tenía 22 años.
1 artículo publicado
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Año 2020
2:14 de la madrugada
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-¡Te ves patético Lock!
-¡Como tu vieja! Una patada me llegó a la cara y solté un quejido mientras la sangre brotaba de mi labio ya partido.
-Yo pienso que la gente termina enredada en problemas a veces grandes y a veces pequeños por sacar provecho de situaciones que le suceden en la vida diaria, y hasta los de moral fuerte caen en ésto, en este tipo de «situaciones» se le saca algún provecho a una persona por medio de valor monetario, o físico, o poder, o cualquier cosa que te pueda ofrecer una persona, y por lo que veo siempre la persona está enamorada y accede a todo, que lamentable, aunque, ya que antes no veía las cosas de esa manera, antes yo si sacaba provecho de estas situaciones, que irónico, porque yo terminé metido en un problema del que hasta ahora me pregunto que pasó, la verdad no sé si fue cosa mía o de la gente que me metió en eso.
-De un momento a otro tenía a un tipo encima de mi espalda apretando las manos.
-¡Ahg! ¡Quítate de encima que pesas un vergo! Dije gritando y burlándome del tipo que estaba en mi espalda, mientras el otro trataba de taparme la boca aunque yo para evitar eso soltaba mordidas al aire casi agarrando su mano con mis dientes.
–¡Nos hiciste quedar como idiotas Wolf, ahora te mataremos nosotros dos! Me gritó en el oído el que me agarraba las manos mientras sostenía una navaja cerca de mi cuello.
– ¡Eres un idiota en las peleas de igual manera! Mencioné tratando de irritar al otro tipo, como dirían «Golpeado pero nunca derrotado» además, no me iba a tomar en serio las palabras de alguien que no aceptaba que había perdido una pelea.
-Son personas inmaduras como se nota, y no era mi culpa, porque no sé cómo siempre ganaba estas peleas, tengo un cuerpo frágil y delgado como si fuera el cuerpo de una mujer, no digo que las mujeres sean débiles, pero se entiende mi punto.
-Estaba forcejeando y moviendome bruscamente para que se quitara cosa que no estaba funcionando tan bien como esperaba ya que iba perdiendo fuerza poco a poco porque los dos tipos estaban pegando de una u otra manera, el de arriba mío estaba dándome golpes y puñetazos en la espalda y el otro me daba patadas en la cara y me jalaba el cabello.
–Que sean unos imbéciles peleando no es mi culpa Mis dientes estaban llenos de sangre por los golpes, aquel hombre me sujetaba del cabello y me hacía verlo pero yo solo tenía una sonrisa bien puesta en la cara.
-Solo eres un niñito que tiene suerte Aiden ¿Te creés especial por eso? Mencionaba con semblante serio mientras me sacudía la cabeza con algo de brusquedad esperando a que yo contestara.
-Que tu mami nunca te haya dicho que eres especial no es mi culpa Taylor, además, les gano en cada una de las peleas en las que nos hemos enfrentado, o soy muy bueno o tu eres muy idiota Le mostre la lengua de manera burlona mientras lo veía con malicia.
-Déjame recordarte quien está en el suelo Aiden Antes que pudiera reaccionar azotó mi cabeza contra el suelo causando que mi nariz empezara a sangrar, además de empezar a escuchar un pitido en el oído y me sintiera mareado por unos segundos antes de recobrar la conciencia nuevamente.
-Lo estúpido no se te va a quitar aunque me golpeés Taylor Empecé a respirar por la boca, mi cabeza estaba en el piso todavía pero al parecer aún ambos chicos no habían terminado.
-Evan, quítate de encima de él Taylor ordenó como si fueran órdenes hacia un perro a lo que Evan aceptó sin siquiera preguntar.
-Veamos cuanto dura el lobo antes de desmayarse Me levanto de nuevo la cara jalandome del cabello.
-Eso va a estar complicado Traté de levantarme pero Evan me pisó la espalda con fuerza.
-Quédate ahí perra Me piso la espalda con más fuerza.
-Ni que fuera tu Sonreí ampliamente y me empecé a reír.
–Escuché el sonido de una navaja de bolsillo abriéndose, la piel se me erizó ¿Realmente me iban a matar? Sin más tiempo para razonar sentí un fuerte ardor en mi mano derecha, y al darme cuenta vi la navaja qué antes sostenía Evan enterrada en mi mano.
-Enserio eres patético, verte así me da mucha risa Como burla se empezó a reír mientras enterraba más la navaja en mi mano y hacía que soltara quejidos del dolor.
-Por más que tratara de pelear contra ellos era bastante inútil, solo estaba desperdiciando energía, era obvio que así no iba a ganar, y probablemente ésta pelea realmente la había perdido, digo, no podía ganar si me habían tomado desprevenido.
-¿Acaso el lobo se está rindiendo? Puso su mano en mi mentón y luego apretó mis mejillas con fuerza.
-No dije nada pero sin darle tiempo de hacer otra cosa le escupí en la cara.
-¡Maldito imbécil! Sentí otra patada esta vez más fuerte en la cara, y ahí sí sentí que perdí el conocimiento, se me nubló la vista y oí un pitido esta vez más claro, me gritó otra cosa pero esta vez no escuché.
-Sentí un alivio rápido en la espalda ya no teniendo el peso de Evan, pero era raro que se hubiera quitado tan rápido, después escuché gritos de parte de Taylor pero no entendí lo que dijo.
-Retomé bien la conciencia y mis sentidos y ví una figura frente a mí, era un jóven, cabello negro y largo, piel bronceada, era alto pero lo veía de espaldas.
-¿Qué tan bajo has caído Taylor? ¿Atacando solo porque son mejores que tú? Taylor estaba tirado en el piso y Evan estaba siendo sostenido del cuello de su playera por aquel chico.
-Sabes bien que lo que pasa fuera de ahí no es tu problema Taylor veía enojado a el pelinegro, me levanté como pude y me quité la navaja de la mano haciendo que ésta no parara de sangrar.
-¿Y si me quiero meter que vas a hacer? Ví un tubo de metal al lado mío y lo agarré con la mano que no estaba lastimada.
-¿No que no querías meterte en los asuntos ajenos? La sonrisa de Taylor se borró cuando vió que me acercaba a él con el tubo en la mano.
-Wow espera Wolf Me tomó por el brazo pero me quité de inmediato y me paré frente a Taylor con una mirada de ira mezclada con odio.
-Joseph, ¡Joseph dile que se aleje! En éste momento él era el indefenso. Sin darle tiempo a Joseph de hacer algo o a él de intentar cualquier cosa tomé con fuerza el tubo de metal con ambas manos y lo golpeé fuertemente en la cabeza.
-¡Qué mierda! Joseph has algo con un carajo! Miré a Evan con la misma mirada, Joseph lo soltó e hizo que callera al suelo, cuando el cayó al suelo yo me acerqué, miré a Joseph primero y luego a Evan.
-¡Joseph somos tus amigos! Volví a tomar con fuerza el tubo y lo golpeé también en la cabeza.
-A la mierda Joseph me miró sorprendido y yo solté el tubo.
-No necesitaba tu ayuda Monstruo Miré con fastidio a Joseph y él se rió un poco mientras yo me puse la mano en el abdomen que ahora estaba sangrando.
-Sí se notó en cómo te estaban golpeando Ví mi mano ensangrentada, al parecer me habían apuñalado y yo ni en cuenta, o tal vez era una rasgada, no veía ni sentía bien, aún tenía los sentidos alterados.
-¿Por qué sigues aquí? Volví a mirar a Joseph mientras la mirada se me nublaba un poco ¿Iba a desmayarme?
–Se supone que te iba a ayudar a levantarte e ir a que te curaran, pero vaya, supongo que no necesitaste de mi ayuda Vió a los dos chicos en el suelo sangrando y luego me volvió a mirar sorprendido Eres bastante vengativo pequeño, pero me sorprende algo, eres demasiado flaco, parece q siquiera haces ejercicio, me pregunto ¿Cómo es que ganas peleando? Fruncí el ceño cada palabra que me decía, me enojaba que dudara de mi capacidad para pelear, aunque fuera flaco no tenía nada que ver con mis habilidades en combate.
– ¿Y eso a ti que carajo te importa? No es tu trabajo saber la vida privada de los que trabajan para ti, además haces conclusiones solo viendo a la gente ¿Y qué sí soy flaco? apuesto a que te podría vencer en una pelea. Tipos como tú siempre creen que tienen la victoria asegurada solo por ser fuertes pero lo que les falta es es cerebro para pensar en una maldita estratégia. Le dí la espalda a Joseph con desagrado y enojo, preferiría tener el cuerpo de él, y también la fuerza, hay técnicas que no puedo hacer por ser muy flaco y tener el cuerpo literalmente como el de una mujer, cintura pronunciada, muslos y glúteos grandes, flaco, y hacía bastante ejercicio aunque no lo pareciera.
-Porfavor, no te hagas el fuerte lobo, ¿Tú ganarme? ¿Con el aspecto que tienes? No me hagas reír Anunció con un tono de burla que me hizo enojar más de lo que ya estaba.
– ¿Enserio me estas retando idiota? Empecé a trabajar hace poco y estoy mucho más alto en rango que otros idiotas profesionales, no vengas a retarme a mi. Me acerqué a él quedando cara a cara viendo que era como 14 o 15 centímetros más alto que yo, daba miedo, pero no me dejé intimidar.
–Si le digo a Evan estoy seguro que te meterán a una pelea conmigo aunque no seas de mi rango, no me trates de retar a mí, soy mucho más fuerte que tú, y seguramente ganas por suerte Aún tenía esa sonrisa de idiota en la cara, me agarró del mentón con brusquedad y me acerco a su rostro quedando demasiado cerca para mi gusto.
–Suéltame Le dije en un tono de sentencia mientras le empujaba la mano para que me soltara aunque obviamente había una gran diferencia de fuerza entre nosotros dos.
–Oblígame Aquellas palabras que salieron de la boca de Joseph me dieron luz verde, tomé a Joseph de la nuca como si fuera a besarlo, pero en lugar de eso, empujé su cabeza a mi pecho acercándolo un poco y le di un rodillazo fuerte en el abdomen haciendo que me suelte, y que se le salga un quejido acompañado de tos para luego empujarlo liberándome de su agarre.
–¡Mierda contigo! Se puso la mano en la boca para tapar que estaba tosiendo un poco y yo me recargue en una pared del callejón respirando sintiéndome agitado y con el corazón acelerado por la herida que seguía sangrando.
-Dije que me soltaras y no lo hiciste, eso te ganas Puse mi mano en mi abdomen de nuevo presionando la herida sintiéndome cada vez más y más débil, mi estado empeoraba, y yo ahí peleando con un idiota.
–Se supone que deberías respetarme, trabajas para mí, y puedo destruirte fácilmente. Me miró de arriba abajo inspeccionando, pero con una sonrisa coqueta, algo que no me agradaba para nada.
–Mira, yo solo trabajo para ti, no soy tu amigo, o una de las chicas con las que te acuestas, soy tu trabajador, y no por eso tengo que respetarte, mientras me des mi dinero no tendré problemas contigo.
-De igual manera no quieres problemas conmigo lobito, soy capaz de hacer muchas cosas con la gente que me desafía, así que no te lo recomiendo para nada.
–Ya deja de idolatrarte, ya mejor vete muy a la-… No terminé mi frase, antes de eso me estampé en la pared detrás mío, estaba más mareado que antes, escuchaba el mismo pitido pero ahora más fuerte y no podía ver bien-
–Hey, carajo, te llevaré a la enfermería, agradeceme Me tomó del brazo y lo puso alrededor de sus hombros para que me apoyara ahí-
–Sigue soñando. Sentí mis párpados pesados por lo que se cerraron y no recuerdo nada más
[Dos horas después]
4:20 de la madrugada
-Me desperté de golpe casi quedándome ciego por una luz blanca, esa típica luz de hospital que te ponen arriba de la cama que te deja atontado si la miras directamente. Me costó un poco recobrar el sentido, me senté en aquella camilla en la que estaba acostado, efectivamente era como un cuarto de hospital, aunque sin tanta maquinaria, solo con lo básico, suero, la camilla, esa cosa para ver los signos vitales y asegurarse de no estar muerto, y unas medicinas en una mesita de noche que estaba al lado mío.
–Ay no me jodas… Me levanté de la cama rápido de la camilla y casi al instante puse mi mano en la herida de mi abdomen por un dolor fuerte.
-Aquel lugar no era un hospital, sino una clínica donde hacían abortos ilegales y eso, estaba cerca del barátro ya que ahí iban las personas que habían herido peleando, yo había venido muy pocas veces a esta clínica, pero conocía el lugar y al doctor que siempre me atendía, aunque era horrible venir aquí.
–Auch..Ah…¿Qué pasó aquí? Apreté un poco más mi herida tratando de que mi cuerpo se acostumbrara al dolor, tomé un bote de medicinas y salí de la habitación topandome justo con el doctor que me atendía.
–Señor Lockheart, está despierto El doctor me miró con un poco de asombro, pero también con una pisca de felicidad, supongo que no pensó que me despertaría hasta más tarde.
–Primero que nada, tengo 22, no estoy señor todavía, segundo ¿Qué hago acá? hablo de ¿Quién me trajo? tercero ¿Te cortaste el cabello? Ví detenidamente el cabello del doctor ya que algo me parecía diferente en él.
–Perdón, se que no es un señor todavía Joven Lockheart, y usted está acá porque el amo White lo trajo para atender sus heridas y sí, me corté el cabello Me quedé pensando quién era el «Amo White» Ya que a mí me decían White Wolf, y no creo haber llegado desmayado o arrastrándome a la clínica.
– ¿Quién?
–El amo Joseph
– ¿Se llama Joseph White?
-Si joven, se llama así. Se parece a su sobrenombre jóven Lockheart
-Exacto, aunque de «White» no tiene nada, pero bueno, fue un placer verte Dr. Mike, pero yo me voy, nos vemos luego Sonreí, tomé mi chaqueta que estaba en una silla fuera de la habitación y salí de la clínica con ganas de llegar a mi casa y dormir.
Sí que se me borró la memoria, no recuerdo realmente que exactamente él me trajera, mi jefe, valla. Me puse mi chaqueta y miré a la Luna que aún brillaba fuertemente.
-Sí, yo te traje ¿No me agradeces aún? Sentí a alguien abrazándome por el hombro haciéndome agachar un poco y que la herida me doliera.
-Mira quien es, Joseph White Miré al chico de reojo.
-No pensé que supieras mi apellido Volteé la mirada hacia aquel chico y noté que él tenía algunos moretones.
-Hijo de Matthew White ¿No? Que interesante.
-Si bueno, no tiene importancia Desvió la mirada para luego devolverla con un semblante alegre y de alguna manera escalofriante.
-Ve al punto. Ya de por sí es raro que los subjefes del báratro se presenten con los peleadores, pero es casi imposible que el mismísimo Monstruo se presente. Me alejé de él y aparté su mano mientras lo miraba confundido.
–Tienes razón, no vine por nada. Arreglé una pelea contigo y conmigo, una normal de 1 vs 1. Abrí los ojos como asustado, me consideraba bueno peleando, pero no tanto como para enfrentarme contra el jefe de aquel lugar, simplemente para muchos era una misión suicida y para mí una muerte segura.
– ¿Y por qué carajo hiciste eso?
–«Pero apuesto a que te podría vencer en una pelea de esas que organizas» ¿No fue eso lo que dijiste? Me quedé confundido unos segundos, pero luego recordé lo que había pasado dos horas antes y sintiendome apenado y aterrado «Eres estúpido ¿Por qué dijiste eso? Te van a matar sin poder terminar tu carrera, hasta aquí llegaste Aiden, imbécil» pensé.
–O….oh, no recordaba eso Mi cuerpo se inundó de nervios y el deseo de gritarle «¡No era cierto! ¡Lo juro, no me mate!» iba en aumento, claramente no haría eso, pero ganas no me faltaban.
–Si bueno, se lo propuse a Evan que despertó como una hora después de que lo dejaste en el suelo, me dijo que era arriesgado, pero aceptó con tal de verte perder Se dirigió a mí con burla, al parecer en mi rostro se notaba la angustia y el miedo con el que estaba escuchando todo esto.
–Mier…da. Dije en apenas un susurro para luego bajar la mirada y agarrar coraje, sabía que él era un rango mucho mayor al mío, digo, era nuevo, y aunque tenía un buen nivel no era invencible como Joseph, «¡Estúpido te vas a morir!» las ganas de salir corriendo de ahí eran grandes pero mi arrogancia y orgullo no me lo permitían, es más, mi ego quería demostrarle que siendo o no flaco podría ganarle.
–El próximo sábado es la pelea, trata de no morir antes de eso lobito El tono sarcástico en el que lo dijo me hizo agarrarle más odio de lo que ya le tenía.
–Trata de que papi no te castigue antes de la pelea Monstruo Me dirigió una mirada de odio para luego darse media vuelta dándome la espalda y empezar a caminar.
–Solo espero que no te rompas entrenando flacucho. Siguió caminando y se empezó a reír pero antes de que yo pudiera decir algo se alejó.
-Imbécil…
-Saqué mi teléfono y mis audífonos reproduciendo la canción de «House of memories» de «Panic! At The Disco» casi a todo volumen mientras en mi cabeza solo se repetía un pensamiento «No voy a llegar al Domingo» y no era porque me aterraba pelear con él en específico, pero no era tan experimentado ni fuerte como para creerme capaz de ganarle, por otro lado, mi ego me decía «Ese idiota se va a rendir a los pies de puto Lobo Blanco» cosa que no debería haber estado pensando ya que era un rango mayor al mío.
-Fui a mi apartamento que estaba rentando, me di una ducha rápida, me puse lo primero que encontré, tomé mi mochila y salí casi corriendo hacia un café cercano.
5:00 de la mañana
-Después de tomarme un bien merecido café y terminar la tarea que me faltaba ya más calmado pero adolorido me dirigí hacia mi universidad.
-Take my picture now…Shake it til your see it Iba tarareando la misma canción desde la clínica, una de mis canciones favoritas, al llegar a mi clase me quité los audífonos y guardé mi celular en mi mochila, ya dos semanas desde que habían iniciado las clases, pero había varios cambios en los profesores, como hoy que justamente cambiarían otra vez al profesor. Entró el nuevo profesor y yo solo estaba escribiendo sin darle importancia a su presentación.
–Buenas tardes alumnos, soy el nuevo profesor, Me llamo Adam Lash y seré su profesor de dibujo para el diseño, pero eso no tiene tanta importancia porque ya lo sabían, lo importante es que se integrarán dos compañeros nuevos a su clase, espero que puedan ayudarlos a hacer amigos y pasar apuntes para que se pongan al corriente Dicho esto, dos personas a las que no presté atención se pararon frente a toda la clase.
–Más idiotas… ¿Lo puedes creer Aiden? Preguntó un chico que estaba al lado mío de nombre Axel, mi mejor amigo en el momento.
–No me interesa mucho…Seguramente serán como Xander Lockwood y su grupo de amigos. Pegué mi cabeza contra la mesa y simplemente me quedé escuchando. estaba muerto de sueño.
-Una voz femenina empezó con su presentación. ¡Buenos días compañeros! Mi nombre es Christina Lake, tengo 22 años y es un placer conocerlos a todos, espero nos llevemos bien y pueda hacer amigos aquí además del chico guapo al lado mío Esa chica era bastante pálida, cabello rubio y ojos azules, linda, pero igual solo con su tono de voz me había castrado.
–Si como sea…Me llamo Joseph White y tengo 23 años, y no tengo nada más que decir En aquel momento alcé la cabeza de golpe mirando a aquel chico,justamente él tipo que había visto horas atrás y que me quería romper la cara el sábado ¿Ahora estaba en mi universidad?
–Aiden ¿No es ese el hijo de Mathew White? El jefe de varios hospitales millonario ese ¿El que se hizo famoso por su esposa? Axel me miró con algo de asombro mientras yo estaba viendo a aquel chico con algo de miedo.
–Si…Es él Seguí mirando a aquel chico hasta que su atención se posó en mi y dijo en susurrando «Hola Wolf» y aunque fue un susurro la piel se me erizó ya que lo escuché a la perfección.
–Bueno, pueden sentarse donde quieran, iniciemos con la clase El profesor les dio un pequeño empujón a ambos chicos y se dio la vuelta.
–Con gusto profesor. Joseph sin dejar de verme se sentó un lugar frente mío y aquella chica rubia junto a él.
–Ese maldito hijo de… Fruncí el ceño y miré a Axel que me estaba mirando confundido-
– ¿Te gusta alguno de los nuevos o porque los miras tanto? Dijo bromeando pero yo lo miré fastidiado.
-No, dios que asco…Es solo que ya conocía al White de antes…
-Daah, es tu jefe Aiden, si no lo conocieras no trabajarías ahí.
-Tienes un punto, el tema es que me quiere romper la cara
–Bueno, si es así esto se pondrá interesante Sonrió con un pequeño brillo en los ojos, además de esa carrera Axel estaba estudiando periodismo, medicina y arquitectura, así que tenía ese maldito hábito de ser chismoso.
-Eso es lo que menos espero…
Autor: Lexander
Ig: lexander._snchz_
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